jueves, 15 de marzo de 2012

Dejame decirte porque lo arruinaste

Marchito las rosas de plastico que te regale, le puso un nombre a cada una y luego dejo que murieran, como hoy muere lo nuestro, "lo inexistente" ya que yo por ti deje de existir, deje de ser y de vivir, olvide que se necesita estar vivo para querer, pero nunca fue problema, porque hasta los muertos guardamos los recuerdos en los huesos, en la sangre que ya no corre, en fin, te quise.

Te quise como el sol quiere alcanzar el cielo cada día, pero las nubes de su indiferencia jamas le dejaron ver el calor que pude inventarme para ella, porque seria incapaz de compartirle mi frío.

Yo siempre he dicho que la vida saca las cartas, y es cuestión nuestra saberlas jugar pero aun no queda claro quien perdió a quien,  ninguno de los dos gano y ese ya es un suficiente motivo para estar triste, pero no esa tristeza que te encierras en la ducha a mezclar sal con agua dulce, no, mas bien esa tristeza de que pudo haber "existido" algo grande y algo hermoso, como las malditas flores que nunca pasaron de la maceta, como un aborto de amor, esto debería ser ilegal, pero que va, solo es una desilusión más.

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